El atardecer en Mamma Koko
Echo de menos los paseos al atardecer por el orfanato de la Pediatría de Kimbondo. Aunque en la foto el sol se vea amarillo, es el único lugar donde he visto el sol de un rosa malva... todo un espectáculo. Pero lo mejor de estos momentos era con quién los compartía, los preciosos niños del orfanato de los que he aprendido tanto. Puedo decir que el haber vivido allí, donde volveré próximamente, me ha ayudado a conocerme mejor a mi misma y a poder contemplar la vida desde otra perspectiva, desde los ojos sencillos e inocentes de unos niños muy diferentes a los que he conocido en España. ¿Por qué hay tantos niños tiranos que no respetan a los demás o tratan mal a sus padres? ¿ Por qué se busca en tantas ocasiones contentarlos con cosas materiales y sobre-estimularlos con demasiada tecnología? ¿ Por qué la variable tiempo de calidad y juego con los niños se ha convertido en casi una utopía para muchas familias? Se nos olvida lo esencial. Los niños son felices con amor y cari